domingo, 29 de julio de 2012
La vida es un constante gerundio.
Deja que el mundo te cambie... Y podrás cambiar al mundo.
Si una piedra golpea nuestros dientes, probablemente los rompa, mientras que si otra cae sobre nuestra lengua, puede que duela, pero no habrá quiebre. A veces estar siempre a la defensiva y demostrando fuerza nos hace destruirnos ante la primera prueba que nos toque enfrentar, sea o no sea sencilla. Cuando estamos utilizando constantemente un escudo, aun sin necesitarlo, puede que se oxide por la lluvia, el viento y el sol y cuando realmente lo queramos utilizar para defendernos, cualquier golpe minúsculo lo destruirá y logrará afectarnos.
Con estas dos metáforas lo único que quiero mostrar es que hay que dejar que la vida nos guíe y Dios nos lleve de la mano por el camino que creó para nosotros... Cuando vengan montañas que escalar, ríos que cruzar o puentes en ruinas que atravesar, hallaremos la forma de hacerlo, de superar las adversidades. Lo que no podemos hacer es siempre estar a la defensiva esperando que en cualquier esquina pueda haber alguien o algo que nos haga daño o que durmamos con un cuchillo bajo la almohada por si alguien sube los 16 pisos del edificio, entra por el balcón, llega a nuestro cuarto y nos quiere matar. Son cosas que no ocurren todos los días y si ocurren, ya veremos en ese momento cómo reaccionar y cómo encontrar una solución al problema.
Un corazón de plomo y un alma de hierro no nos van a dejar sentir lo esencial de la vida o disfrutar de los placeres y alegrías del día a día. Probablemente tengas miedo de que te hieran, de que se burlen de ti, de que jueguen con tus sentimientos, de que te humillen... Pero eso forma parte del juego, el aprender a vivir con lo bueno y con lo malo. Todo es un aprendizaje que nos llevará a un lugar mejor con cada paso que demos. Y si hay algo que no se puede comprar en ninguna tienda del mundo, eso es la sabiduría que nos otorga la vida y las experiencias que obtenemos de ella.
Deja de querer ser roca y acepta ser río. No somos, estamos siendo. La vida es un constante gerundio. ¡Disfrútalo!
GP.
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Exacto, Don Camilo José Cela dijo: "No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, porque no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo", Panta Rei dijo Heráclito, todo fluye!
ResponderEliminarMuchos sienten miedo por la incertidumbre, hay maneras de lidiar con esas situaciones como bien dices. Pero el verdadero problema surge cuando las personas sufren injusticias, perdidas y no saben cómo manejarlas. El resultado es ira, rabia que los va aislando, pierden la esperanza, se vuelven cínicos.
Creo que a todos nos pasa y forma parte de nuestro proceso de evolución el superar este tipo de experiencias negativas.
Particularmente siento muchísima rabia por las injusticias que todos los días vemos en este país, la lucha política me ha ayudado en cierta forma a superar a una realidad de la cual en principio escapé por cinco años.
Hay otras cosas que también me generan ira, ahí las voy trabajando, en gerundio siempre buscando ser mejor persona y feliz, algo que es difícil de lograr equilibradamente
Llegué Navegando y el título de esta entrada trajo mis ojos hasta tu texto. Una vez escribí "Déjate, déjate de vez en cuando" fue el intento de una poesía sin rima y el ritmo ha de yacer en el lector. El punto es, que; ciertamente, los escudos "sensosociales" nos pueden llegar a confundir los sentimientos; y lo grave de esto es: cómo nos estamos manifestando. La gente confunde la comedia y la tragedia...
ResponderEliminarAplausos escritos, saludos en letras
@OrlanSilva
Disenso parcial. En muchos momentos, indudablemente, dejarse llevar es lo correcto y generalmente es hermoso. Pero no es menos cierto que a veces tenemos que aprender a ser barcos de motor y debemos ir contra la corriente por algo por lo que vale la pena cualquier sacrificio.
ResponderEliminarA veces, ese acorde que parece imposible, esa persona que no se deja querer, ese animal que no se deja tocar... A veces esas cosas son las que tenemos que abordar a pesar de que todas las señales y el sentido común digan lo contrario. Lo difícil, claro, es saber cuál es cuál. Por ahora, no me molesta decir que generalmente no tengo idea y dejo que mis entrañas decidan esas cosas. Si se fracasa, al menos algo se aprendió.