sábado, 23 de julio de 2011

Somos VINOTINTO.

FIFA World Cup 2010...

Cada VENEZOLANO apoyando a un país diferente; España, Argentina, Brasil, Holanda, Francia, Italia, Alemania... Pero, ¿por qué? Si nacimos en Venezuela y nuestra Vinotinto no jugaba! Un carnaval de banderas de todos los colores existentes, himnos de otros países, camisetas de todos los equipos... Todo excepto lo nuestro; ni nuestros colores, ni nuestro himno, ni nuestra camiseta.

Copa América 2011...

Cada VENEZOLANO apoyando a VENEZUELA, celebrando cada gol, peleando cada falta, llorando cada derrota, gritando cada penal... Pero, ¿por qué? Porque, por primera vez en la vida, los integrantes de nuestra selección VINOTINTO se demostraron a ellos mismos, nos demostraron a nosotros y le demostraron al mundo, que Venezuela existe, que tiene un buen fútbol y unas ganas inmensas de salir adelante y de recuperar el tiempo perdido, que cada fracaso es un sólido paso hacia esa meta llamada "triunfo"...

Comenzamos con el sueño de ganar al menos un partido y acabamos jugando con Paraguay para ver cuál equipo iba a la final contra Uruguay. Durante cada día la emoción aumentaba en Caracas y apuesto a que, también ustedes, tanto como yo, deseaban con todas sus fuerzas poder abrazar a cada jugador y decirles: "¡¡GRACIAS!!"

Y, ¿por qué "gracias"? Porque, yo, particularmente, nunca me había sentido habitante de un país completo. Siempre me había sentido parte del grupo de "los estudiantes", de los "opositores", de los "heterosexuales", de los "católicos"... Pero nunca me había sentido parte de VENEZUELA. Por primera vez, desde que tengo uso de razón, todos estuvimos unidos por un mismo fin: apoyar a nuestra selección en tierras argentinas. Y no importó ideología política, religión, preferencia sexual o clase social... Todos con la vinotinto, todos con Venezuela. No supimos de robos, de muertes ni de conflictos... Supimos de esa pasión llamada fútbol que logró recuperar lo que hace tiempo habíamos perdido: nuestro SENTIDO DE PERTENENCIA.

Estoy muy orgullosa de todos. De los jugadores, los entrenadores, los directivos y los venezolanos que no nos despegamos de nuestras pantallas, siguiendo paso a paso todo lo que hacía nuestra selección. El compromiso ahora es mayor, porque cada jugador tiene en sus manos el poder ÚNICO de unir a este país. Algo que nunca antes nada ni nadie había logrado, ustedes pudieron hacerlo. Y, sinceramente, eso sólo lo consiguen grandes almas.

Que esto no sea cuestión de moda sino de AMOR, TRADICIÓN y ORGULLO de ahora en adelante. Que nuestro equipo sepa que cuenta con todo nuestro apoyo y con nuestras mejores energías para alcanzar ese sueño mundial que todos tenemos. Felicitaciones a La Vinotinto y felicitaciones al pueblo venezolano, que dejó de apoyar a otro equipo, por apoyar AL SUYO.

Hicieron realidad nuestro sueño, el nombre de este hermoso país ya fue escuchado en América... Y no se porqué, pero algo me dice que, muy pronto, será escuchando en el mundo entero.

¡Adelante!

GP.

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